Palabras de la Comisión Memoria, Justicia y contra la impunidad en este Primero de mayo de 2017


La Comisión Memoria, Justicia y contra la Impunidad (Soriano) se hace partícipe de este acto con plena convicción de que nuestra lucha forma parte de la de los trabajadores organizados. Acto en el que unificamos todas las luchas de los trabajadores. Reafirmamos entonces, que son de los trabajadores la lucha por no olvidar los crímenes del Terrorismo de Estado, la lucha por Justicia, la lucha contra la Impunidad. Está en la plataforma de nuestra Convención. Es lógico y natural que los trabajadores asuman esta lucha. La CNT, mucho antes que la Dictadura se hiciera presente con su secuela de atrocidades, en sus inicios, definió que de darse un golpe se respondería con la huelga. Esto es una condena previa a la Dictadura. Y, efectivamente, cuando esta se hizo presente, los trabajadores respondieron con aquella magnifica muestra de resistencia a lo largo de todo el país, de la que en Mercedes y Soriano tenemos ricos ejemplos. Y cuando se volvió a la democracia, las banderas de verdad y justicia se integraron al conjunto de sus reivindicaciones.
Digamos además, que los luchadores sociales que hemos recordado con el Espacio Memoria, que esta a pocas cuadras de acá, los diez detenidos desaparecidos de Soriano, eran trabajadores y algunos dirigentes sindicales.
Con respecto al tema Memoria hemos hecho un trabajo que se ve. Se han puesto placas, marcas, se han hecho memoriales, etc. Hemos logrado, en buena medida, poner el tema en la consideración publica. Al respecto, pudimos terminar el Espacio Memoria. Obra que se realizo gracias a la participación de mucha gente, de muchos sindicatos.
Pero con respecto a la Justicia hay un gran debe, una gran carencia, un amargo sabor a poco. El manto de la Impunidad esta como telón de fondo que se expresa en hechos concretos y en un estado general que podemos llamar “cultura de la Impunidad”. La Impunidad, que se manifiesta en que la justicia no ha juzgado, salvo unos pocos casos, los peores crímenes que se han cometido en el país, es, además, una enfermedad que corroe a la sociedad. No existe democracia plena con impunidad. No existe seguridad, caballito de batalla de muchos, con impunidad. ¿Cómo se puede combatir el delito, cuando quienes cometieron los peores están impunes?
Mencionemos algunos hechos de impunidad. Nos referimos a lo que no ha hecho, o ha hecho, el Estado. Desde la instalación de la democracia son innumerables los hechos que hablan de la voluntad de no juzgar, de lo cual, la Ley de Caducidad es una muestra clara, pero no la única. A partir del 2005 se hicieron investigaciones y se procesaron a algunos represores. Pero fue enorme el esfuerzo de la sociedad civil, de organizaciones de Derechos Humanos, de periodistas, en la realización de reclamos, en aportar datos y pruebas, siendo el Estado el que ha estado en falta. Y además se ha dificultado el acceso a la información, a los archivos, se han trasladado a jueces que estaban estudiando casos de violaciones a los Derechos Humanos, se han creado comisiones que muestran una gran ineficacia.
Veamos algunos datos que son muestra de lo que estamos diciendo. De cerca de 200 detenidos-desaparecidos, se han encontrado 24 cuerpos, 5 de ellos en Uruguay. Entre ellos nuestro coterráneo Ricardo Blanco. De 210 expedientes judiciales presentados, alrededor del 70% están en etapa de pre sumario. Solo fueron procesados poco más de 30 represores. Menos de la mitad permanecen presos. 5 tienen prisión domiciliaria, Gavazzo entre ellos. Algunos fallecieron y algunos están prófugos.
En cuanto a los Tribunales de Honor, solo uno se ha pronunciado. Esto tiene, entre otras consecuencias, el que sigan cobrando sus jubilaciones y prebendas.
Agreguemos a esto, que hay represores que han sido profesores, que han ocupado cargos, que han sido representantes en eventos internacionales. Además, los prófugos cobrar su jubilación por medio de la tarjeta BROU internacional a través de un mecanismo por el que deben solicitar en el respectivo Consulado un documento. Por lo tanto la Cancillería sabe donde están.
Es impunidad también lo que pasa con las excavaciones que se han realizado en los cuarteles, por la lentitud, por los permisos que se requieren.
Pero la Impunidad se manifiesta también en los delitos de “cuello blanco”. Se sabrá algún día, por ejemplo lo del Plan Conserva, sobre el vaciamiento de los bancos, los Peirano, etc. Pero es Impunidad también, y esto nos afecta hoy muy de cerca, las cifras que hablan del puñado de ricos que se llevan la mayor parte de la riqueza y de la gran mayoría que se reparten la parte menor de la torta. Y acá se pueden atar cabos con el Terrorismo de Estado y la Impunidad. Porque la Dictadura supuso un proyecto social y económico de de gran avance del capital sobre el trabajo, o sea, empeoramiento de las condiciones de trabajo y una baja del salario real del orden del 50%. De tal modo que la represión y la consecuente Impunidad son instrumento de lo anterior.
Hay muchas cosas que pertenecen a la cultura de la impunidad que hay que enfrentar con tres herramientas, Verdad, Justicia y Memoria. Verdad para desnudar la impunidad, hacerla visible. Ella se nutre de la oscuridad y la falta de transparencia. Justicia, porque la Verdad lo exige, es necesario responsabilizar a los impunes. Memoria para recordar a los impunes, para que nadie se olvide de nada y de nadie. Así construiremos el “NUNCA MÁS”.

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